Aftla Peugeot toda su artilleria para convertir al 508 en una de las mejores berlinas del momento, escondiendo bajo su atractiva carroceria o gran calidad de realizacion una puesta a punto para verdaderos entusiastas.
NO SÉ SI LAS BERLINAS VOLverân a tener el peso que tuvie-ron décadas atrâs, pero si son asi, como la nueva de Peugeot, te aseguro que pueden tener las puertas bien abiertas.
Es un coche que recuerda a la mejor Peugeot y a los mejores Peugeot, alguno de los cuales han pertenecido a su misma saga: sin ir mâs le-jos, a aquel precioso 406 Coupé disenado por Pininfarina, también con una puesta en esce-na espectacular; en aquel momento, un coche muy serio con claras posibilidades de comerle el pastel a marcas Premium, algo que los ge-neralistas siempre han perseguido pero no to-dos pudieron conseguir. Asi las cosas, este 508 parece haberse saltado varias lineas sucesorias para traernos la reencarnacion, hoy en formate berlina coupé, de uno de esos coches del pa-sado de los siguen quedando posos en nuestra cada vez mas débil memoria.
APARENTAR…
Y ser. Coupé de forma, pero también de fondo. El 508 no ha venido a tras-portar a lo grande a la familia, sino a que el conductor pueda vivir un universo paralelo: no, tal vez no podras correr, pero es de esos coches capaces de convertir cada desplazamien-to en una muy buena aventura. Como habras leido entre lineas, el 508 no es un coche am-plio —especialmente por altura— ni tiene un maletero enorme, pero me vuelve a venir otra “imagen” a la mente, cuando el primer 407 se convirtio en uno de los coches mas vendidos de su categorla siendo el modelo de menor habi-tabilidad de su clase, compartiendo podium con Passat o Serie 3.
iQué tiro mas errado con sus sucesores! Curioso contemplar hoy como BMW ha decidido convertir al proximo Serie 3 en un BMW mucho mas auténtico, tal como ha hecho Peugeot con su 508. Cierto es que esta version de 225 CV y equipamiento First Editon es hari-na de otro costal, pero la base es, en todos los sentidos, extraordinaria.
Estamos ante una de las declinaciones mas amplias y sofisticada de la plataforma EMP2, no con tanta distancia entre ejes como el 5008 —2,84 m— pero si mayor que el SUV DS 7 Crossback, modelo en el que el grupo estreno sobre esta arquitectura el tren posterior multi-brazo y la suspensiones predictivas. Las del 508 son pilotadas “a secas”, pero qué suspensiones. Claro que el 508 es, también un coche bastante ancho y muy ligero: con la excepcion del Mazda 6, no encontraras muchas berlinas de este porte, potencia y equipamiento que pesen menos de 1.600 kilos, aunque no siempre es lo mismo pesar poco que sentir que conduces un coche liviano.
TRES, DOS UNO…
Y acciôn. Primera foto, primera curva y creo haberme dejado punto y medio largo de agarre de margen. El 508 tiene un paso por curva espectacular, de reaccion ra-pida, trazada limpia y trayectoria hiper preci-sa. Si transfieres peso al eje delantero, por ejem-plo, cuando dejas de acelerar antes de girar el volante, el morro apenas se hunde, si haces lo contrario, apenas se levanta y el balanceo también esta muy contenido.
El i-Cocpit del 508 admite una relación de altura de asiento, volante y pedales más natural que en otros coches de la marca. El volante, más que achatado, es prácticamente cuadrado. Por calidades y equipamiento, este 508 First Edition juega en primera división.
Ese equilibrio natural me recuerda mucho a la berlina media de Mazda, aunque el 508 transmite todavia mas informaciôn a las manos y permite sentir mejor los limites reales del coche. La suspension pi-lotada es de serie en este acabado First Edition —como los acabados GT, equipado con rueda de 19 pulgadas— con diferentes reglajes segûn el perfil de conducciôn seleccionado y con modos Normal y Confort que ya los querria yo como ajustes de serie para otros modelos rivales.
En ambos casos, la calidad de rodadura es sensa-cional, bachea dibujando el terreno sin seque-dad y se puede rodar a un ritmo muy rapido con ambos ajustes sin llegar a sentir en ningûn momento que la carroceria va demasiado suelta. Incluso, trabajan con cierta firmeza en com-presion siendo algo mas “abiertas” en extension, pero con una amplitud mas que moderada para ser una suspension tan confortable, anu-lando ademas posibles rebotes que provoquen un nuevo ciclo en extension todavia mas am-plio.
Por mas que el trazado sea ondulado durante cientos de metros, su comportamiento es siempre lineal. Aunque las deportivas —modo Sport— son claramente mas firmes y limitan a muy pocos centlmetros el recorrido vertical, afin con ellas el Peugeot 508 rueda sin aspe-rezas sobre firme degradado, el confort sigue siendo bastante bueno y la reacciôn ante baches pronunciados о reductores de velocidad no resulta para nada seca.
Con ellas, se disfruta afin mas de una berlina de reacciones muy agiles pero también muy nobles donde el protago-nista es siempre un tren delantero con altlsimo agarre, as! como una electrônica de conducciôn nada invasiva que te permite explorar los limites mecanicos del coche. Los posibles ajustes de direcciôn me han parecidos muy logrados, sin ser excesivamente asistida ni innecesariamen-te firme, y siempre con un retorno muy natural.
Y como guinda para un coche que no solo es rapido, sino que también invita a practicar una conducciôn bastante alegre, cabe citar el buen trabajo de los frenos, resistentes y con un tac-to de pedal que se modula de cine, sin grandes variaciones de recorrido cuando se someten a trabajo duro.
Lo que si résulta incomprensible es no poder combinar el cambio en modo cien por cien manual —en si mismo es un modo mas que ya no se conmuta desde la palanca, sino desde el selector de perfiles de conducciôn— con el ajuste mas deportivo posible de suspension —éste, solo admite un uso puntual durante unos se-gundos—, aunque en este caso, la amortigua-ciôn se régula entre limites mas amplios en que en los modos Normal y Confort.
RÂPIDO, NO DEPORTIVO. Si
Peugeot llegô a competir con rivales de mayor calado equipando unidades de seis cilin-dros, hoy un “modesto” 1.6 litros rinde mas que aquellos 3.0 litros de embriagador sonido y tac-to. Con tecnologla Pure Tech —Peugeot aban-dona ya los THP—, el cuatro cilindros eleva a 225 muy buenos caballos y 30,6 mkg de par sus cifras de rendimiento. La ûnica transmisiôn po-sible es el nuevo cambio de convertidor y 8 re-laciones, aunque de desarrollos bastante abier-tos…
Mirada atrás. Seguir en la línea del último 508 hubiera sido un error: este 508 parece la reencarnación, en formato berlina, del exótico 406 coupé
Y largos. No entiendo, por ejemplo, un salto de séptima a octava de apenas 500 revoluciones cuando las primeras marchas quedan tan distantes entre si. Aunque la transmisiôn es muy bastante rapida, uno de los principales inconvenien-tes de ese gran salto de primera a segunda es que se dan situaciones en las que la circulaciôn es algo irregular: o bien el cambio da un pequeno tirôn al pasar a segunda o, en el proceso contrario, cuando disminuyes la velocidad progresiva-mente para, por ejemplo, aproximarte a un sema-foro en rojo, reduce a primera también con cierta brusquedad antes de que el Stop&Start entre en acciôn.
También en ca-rretera de montana cues-ta a veces encontrar la marcha adecuada, con el inconveniente de que el cambio manual no limita el paso a una marcha superior al llegar al punto de cambio, 6.200 rpm en este caso, 200 mas que en modo Automatico—.
En la mayoria de las oca-siones he acabado por ir “calculando” o modifi-cando la velocidad a la que puedes moverte entre curvas para evitar que, justo en los ûltimos metros antes de girar el volante, acabe pasando a una marcha superior, obligandote que actuar ra-pidamente sobre las leva para volver a recuperar esa marcha perdida que deja al motor sin esa es-pontaneidad con la se mueve a altas vueltas, algo que no siempre consigues al ser un cambio bastante conservador en reducciôn.
La capacidad de aceleraciôn es bastante buena y en carretera o a ritmos menos exigentes, donde la transmision pasa a un segundo plano, no son pocos los beneficios de este conjunto mecanico: suavidad de marcha, refinamiento, agrado de uso y, por encima de todo, muy buena economia de consumo; en Autopista, si te marcas un limite de 10 1/100 km, circularias bien por encima de las velocidades “de puntos”.
AMBIENTE PREMIUM.
Aun cuando sus cristales sin marco no son laminados, el aislamiento esta muy bien conseguido, no apreciandose sil-bidos en las ventanillas ni tampoco otros rui-dos aerodinamicos en la carrocerla. Materiales y acabados son de nivel y envuelven al conductor mediante una nueva evolucion del i-Cockpit con la postura al volante se normaliza mucho mas que en otros coches de la marca.
Apuesto a que te gustara su diseno general, en especial su de-portiva consola tipo piano con la que con gestio-nar, eso si, un equipo de infoentretenimiento de electronica algo lenta, nada que afecte a sus asis-tentes de conduccion, en especial al sistema de mantenimiento de trayectoria, con una afinacion francamente buena. First Edition supone, ade-mäs, completar un gran producto con un equipa-miento tan exotico que no solo da lugar a elegir el color de la carrocerla.
Mirada atrás. Seguir en la línea del último 508 hubiera sido un error: este 508 parece la reencarnación, en formato berlina, del exótico 406 coupé