El vuelo 348 de LATAM nos ‘suelta’ en mitad de Atacama, el desierto más árido del planeta, para probar el nuevo Q8 por encima de los 4.500 metros de altura, un entorno donde el mero hecho de respirar puede agotarnos. Un lugar tan inhóspito para nosotros como exigente para llevar al límite a la nueva criatura de Audi # IVÁN MINGO
Y LA TIERRA. El Q8 en el inédito color Dragon Orange a las puertas del cielo en el desierto de Atacama, que está considerado como el mejor lugar del mundo para la astronomía gracias a la oscuridad total que lo invade y a que es uno de los puntos del Planeta en el que la atmósfera es más fina.
C uenta la historia que la conquista de Atacama supuso el inicio de una de las guerras más largas jamás conocidas, más de 300 años de conlicto entre los mapuches –indios autóctonos–y los conquistadores españoles, encabezados por Pedro de Valdivia que, viniendo desde Perú, cruzó los inhóspitos Andes presididos por el majestuoso Aconcagua –6.962 metros de altura– y comenzó la conquista y fundación de Chile.
En su camino no sólo se encontró con la violencia de los aborígenes, sino con un territorio lunar que fue bautizado como el desierto de Atacama como deferencia a sus pobladores, y que hoy en día tiene el honor de ser el lugar más seco del planeta, con áreas en las que no llueve desde los años 60.
Pedro de Valdivia emprendió aquella empresa con un objetivo muy claro, la búsqueda de la mítica ciudad de oro que jamás encontraron, un oro que sí ha aparecido cinco siglos después en forma de litio, pues este lugar alberga el 40% de las reservas de este material clave para las baterías de los coches eléctricos y es destino habitual de directivos de Tesla, que tratan de negociar la compra de toda la producción de este inestable mineral para los próximos 50 años. Un desierto que guarda en sus entrañas buena parte del futuro de la automoción.
El Audi Q8 sobre Atacama parece emular las imágenes enviadas desde Marte por la sonda Curiosity
Condiciones extremas
Aceptando el reto de Atacama y sabedores del riesgo que supone presentar un automóvil a más de 4.500 metros de altura, Audi enfrenta al nuevo Q8 a dos desafíos de envergadura, por un lado la citada altitud que merma el rendimiento del motor por la falta de oxígeno y por otro la ausencia de vías asfaltadas, en un territorio en el que la gran parte de las pistas fabricadas con grava y sílice están destrozadas.
Para lo primero, los ingenieros de la expedición nos aconsejan activar el modo Sport del Drive Select que nos asegure respuesta inmediata del motor en cualquier situación, mientras que para lo segundo contamos con la inestimable ayuda de la suspensión neumática.
Por nuestra parte, los conductores disponemos de dos armas infalibles, por un lado una caja de bombones que nos asegura el aporte constante de azúcar en nuestras venas y por otro un médico integrado en la caravana y que está pendiente de cualquier desfallecimiento o malestar… puesto que lo de mascar hojas de coca como los ‘lugareños’ no nos parece una solución políticamente correcta.
Exteriormente el Q8 está predestinado a marcar la línea estética de los futuros modelos Q de Audi, empezando por el Q3 que veremos en breve. En el frontal la nueva seña de identidad es la gran parrilla octogonal so bredi mensionada hexagonal en las berlinasque puede estar ‘enmarcada’ por una moldura del color de la carrocería, negra o gris. Detrás destacan los grupos ópticos unidos entre sí por un ina franja horizontal que se ilumina por la noche, lo que genera una irma óptica muy personal.
Dentro se replica el salpicadero del Audi A6 y el A8, con tres pantallas que han provocado la desaparición de la mayor parte de los botones e interruptores. La central nos permite manejar la multimedia y la mayor parte de automatismos, mientras que la inferior sirve para la climatización y la tercera hace las veces de cuadro de relojesenel Audi Virtual Cockpit.
100% LUJO. Calidad excelsa de realización en un interior que replica al de los recién lanzados A8 y A6, no exento de funcionalidad gracias a los más de 14 litros de capacidad de las guanteras disponibles.
Da lo que promete
En paralelo a la sublime calidad general, nos llama la atencion el espacio disponible en las plazas traseras, con un banco que se desliza hasta 10 centimetros longitudinalmente para ganar maletero o centimetros para las piernas. Un maletero que cubica 605 litros en condiciones normales y que alcanza los 1.755 al abatir la i la posterior.
Desarrollado a partir de la plataforma del Q7, el Q8 es 38 milimetros mas bajo, 66 mas corto y 27 mas ancho, lo que junto a la acentuada caida coupe de la parte trasera le coni ere una imagen mas deportiva y atletica, sin perder ni un apice de la contundencia y rotundidad visual que ha caracterizado al gigante aleman.
Por el momento existe una unica variante Diesel de 286 caballos, si bien en 2019 llega otro bloque TDI de 231 caballos y uno gasolina de 340, todos ellos hibridos Mild Hybrid, un sistema que permite hacer uso del Start&Stop hasta los 22 kilometros/ hora y circular ‘a vela’, con el motor termico apagado durante 40 segundos y entre 55 y 160 kilometros hora de velocidad.
Más allá de los 4.500 metros, el rendimiento de los Q8 merma por la falta de oxígeno… y el nuestro también
Solucion que nos otorgan la pegatina ECO y nos permiten circular en ciudad incluso en dias de alta contaminacion. Las rectas interminables del desierto de Atacama son complices del test exhaustivo al que sometemos al nuevo Q8. Nos sorprende la ei cacia de la suspension neumatica, que nos aisla de un pavimento en mal estadoen las pocas zonas asfaltadasy de unas pistas sobre las que parecemos volar.
De serie el Q8 cuenta con suspension regulable electronica Damper Control, pero opcionalmente puede ser neumatica, caso de la unidad de pruebas, en su variante Sport que permite modii car su comportamiento en funcion a siete parametros a traves del Audi Drive Select, incluyendo un modo Allroad para pistas y otro Of road para zonas comprometidas.
En estas condiciones no nos atrevemos a hacer uso de alguno de los sistemas de ayuda al conductor de los 39 disponibles, como la conduccion semiautonoma o el sistema de aparcamiento remoto, pero cuenta con 24 sensores de reconocimiento de su entorno entre camaras, sondas, radares e incluso un escaner laser.